El paisaje incontaminado es el marco perfecto del agritur, totalmente hecho de madera de alerce, piedras y pórfido local. En cada sala se respira el alma rural: pavimentaciones, muebles de madera maciza y herramientas que una vez siempre era posible encontrar en casa de los campesinos. El otro aspecto más femenino de la vida campesina del pasado son los encajes y los preciosos tejidos que transmiten un carácter típicamente alpino. Cada sala tiene un atractivo irresistible y regala una sensación de tranquilidad.
La buena comida es el plato fuerte de la familia Dellagiacoma, de hecho le dedica una atención extrema. Los platos típicos y apetitosos nacen gracias a productos sanos, cultivados en la Val di Fiemme o en el territorio del Trentino; los huéspedes los gustan en la “stube” o en el restaurante precioso y decorado con tejidos envolventes.
Más de la empresa zootécnica, la familia Dellagiacoma cría el caballo de tiro y cuenta con alojamientos para los caballos.